La Navidad es una época del año muy emocional, por ello, es importante cuidar de uno mismo entendiendo que el bienestar es lo más importante. El bienestar es estar bien contigo mismo pero también, con los demás. Es decir, la armonía que ofreces a los demás parte de ti. De lo contrario, también puedes arrastrar en tus relaciones personales tus propias carencias.
La Navidad, al estar asociada con la felicidad, también está vinculada con la culpa. Existen personas que arrastran mucha infelicidad durante esta época del año porque se sienten culpables por decisiones que tomaron en el pasado, por relaciones que han perdido o por discusiones de pareja.
La culpa es un peso que pesa toneladas y que te lleva a la confusión de poner el foco de atención en una parte limitada de la vida cuando en realidad, la vida es mucho más amplia y extensa. La culpa te lleva al pensamiento negativo de ver el lado menos brillante de la existencia. Por tanto, transforma la culpa en gratitud, piensa que la vida pasa, y tú ya no eres el mismo de entonces. Eres una persona totalmente nueva. Te damos las claves para tener una Navidad sin culpas.
1. En primer lugar, conecta tu mente al cien por cien con el presente. La vida es muy importante y cada minuto cuenta.
2. Haz algo que te haga sentir bien contigo mismo en esta Navidad, algo que aporte valor a tu vida y a tu existencia. Por ejemplo, puedes colaborar con una causa solidaria para ayudar a los que tienen menos.
3. Perdónate a ti mismo, de lo contrario, nunca podrás avanzar.
4. Escribe en un folio eso que te atormenta y después, quémalo y redúcelo a cenizas.
5. Hazte el firme propósito de vivir las Navidades más felices de tu vida.