Aunque los seremos humanos sufrimos no de una sino de varias formas de manifestar nuestras frustraciones lo mismo que nuestras alegrías, algunas son claramente positivas y otras muy negativas, entre ellas habrán unas que lo son más, y la ira es una energía negativa que ningún humano debería permitirse. Transmite una sensación de violencia que no hace feliz a quien la vive ni a quien la soporta. Y la cantidad de enfermedades físicas ligadas al sentimiento de la ira, es tal que podría considerarse a los episodios de ira como el detonante de muchas enfermedades peligrosas que pueden acabar con la vida de cualquiera.
No pensemos en las causas de la ira, quien se siente tentado a sentirse iracundo lo hace prácticamente por cualquier cosa, puede sentirse enfadado por algo tan simple como el café tibio y puede resultar un peligro para todos si alguien no satisface sus expectativas, en uno y otro caso la ira es siempre peligrosa, para su salud, para su interactuar con los demás, por la frustración que aunque no se de cuenta sentirá ante la ira. Por ello es muy importante manejar la ira, y unos consejos simples bien pueden ayudarnos a controlar la ira.
Respirar profundo, nos recomiendan siempre los médicos, cuando nos sentimos estresados, cuando sentimos temor, cuando se altera nuestro ánimo, siempre vale mucho hacer un alto y respirar profundo. Con más razón que nunca en la ira. Alto, detenerse y respirar, quizá contar hasta el 10 no es tan mala idea, porque la intención es calmarse. Cuando se sienta orillado a la ira, piense que tiene que parar, respire y por un momento trate de pensar en algo que no sea lo que le provoca ira, quizá un visión de ese paisaje que tanto le gustó en sus vacaciones, aunque parezca ridículo o imposible, funciona si usted lo quiere.
Tenga un plan para calmarse, si se siente con ira en el trabajo quizá no sea recomendable decirle que haga un poco de estiramiento suave hasta calmarse, quizá no pueda poner un obra de Verdi que siempre le relaja, pero igual sí puede aprovechar algunas cosas para sentirse bien como caminar despacio por las afueras de la oficina, salir y sentarse ver el horizonte mientras respira profundo tiene su cuota de calma. Sobretodo plantearse no hablar de lo que le irrita hasta no estar del todo calmado, ya sabe lo que se dice el que grita y se enfurece pierde y como a usted no le gusta perder, no se enfurezca.
Buscar ayuda, cuando se sufre de ira alguna vez nadie se siente especialmente afectado y puede controlarse, pero cuando usted mismo nota que su vida es un constante ir y venir entre la ira y la frustración, es hora de pedir ayuda. Hay que hablarlo con alguien, hay que analizar las causas y trabajar en el sentido de mejorar. A veces hablar con calma luego de sentirse con ira con otra persona imparcial, un amigo es beneficioso. Pero si la ira le está causando problemas y le aleja de los que le importan, entorpece su relación en el trabajo y le hace sentirse impotente por no saber controlarse, no piense más y busque ayuda de un terapeuta.
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