En ocasiones, las personas podemos somatizar un malestar emocional, sufrir por un dolor concreto, en ese caso, un malestar emocional termina dejando una huella concreta a nivel físico. Es por eso que aunque en ocasiones queramos silenciar un dolor del alma, en la práctica no podemos porque el cuepo tiene memoria.
Una memoria infinita. Por ejemplo, el estrés, cuando no se afronta en sus primeros síntomas, tiende a ser acumulativo, es decir, va a más. Buscar el equilibrio cuerpo y mente es fundamental para vivir en armonía, sin embargo, dicha armonía que puede resultar muy fácil de decir en la teoría no es tan simple en la práctica. ¿Cómo puedes reforzar tu bienestar?
1. En primer lugar, hoy en día, existen personas que pasan mucho tiempo sentadas en horario de oficina. En ese caso, salir a caminar y hacer deporte es una buena medida para activar cuerpo y mente. El exceso de sedentarismo pasa factura.
2. Por otra parte, también es muy importante realizar técnicas de relajación con el objetivo de desconectar del entorno y disfrutar de la calma que se alcanza a través de la quietud de ánimo. La relajación no es innata sino que es un entrenamiento que se adquiere a través de la práctica.
3. Cuando somatizamos un malestar emocional, es importante buscar la forma de canalizarlo. Por ejemplo, a través de la escritura. Escribe aquello que te haga sentir bien a ti. Pon palabras a tu mundo interior, es una forma de vaciar todo aquello que has ido acumulando en tu mente y que en realidad sobra. Reordenar los muebles del alma también es una buena decisión para recuperar la calma y tomar las cosas en perspectiva.
4. El pensamiento negativo puede arruinar todo el bienestar interno, en realidad, es fundamental cambiar cada idea negativa por otra optimista. Es decir, llenar la mente de entusiasmo, ilusión, vitalidad y alegría con el objetivo de ganar fuerza y ganas de vivir.
5. Hoy en día, existen cursos sobre yoga, taichí y pilates que son especialmente efectivos para ganar serenidad y armonía.
Foto – Salud Crónica