Existen muchos momentos de la rutina diaria en los que merece la pena apagar el teléfono móvil diciendo no a la esclavitud tecnológica a la que están sometidas muchas personas en su rutina cotidiana porque tienen la sensación de que se están perdiendo algo muy importante en caso de apagar el móvil. Por pura salud emocional, es importante buscar un espacio para uno mismo.
1. En primer lugar, apaga el teléfono por cuestión de respeto siempre que entres al cine o a una obra de teatro para centrarte en el espectáculo de ese momento y olvidarte de todo lo demás que está en un segundo plano.
2. Es fundamental que apagues el teléfono móvil siempre que quedas con tus amigos para evitar interrupciones innecesarias. Apaga el teléfono de una forma especial si quedas con poca frecuencia con tus amistades.
3. También puedes apagar el teléfono móvil en la hora de la comida y de la cena para disfrutar de ese momento de alimentación como un espacio personal que te ayuda a recargar las pilas y a tener energía.
4. Apaga el teléfono móvil cuando así lo sientes porque te apetece estar desconectado de todo el mundo y no quieres que te molesten. Estás en tu derecho de hacerlo.
5. Apaga el teléfono móvil cuando estás en una reunión de trabajo, cuando acompañas a un familiar enfermo, cuando estás estudiando para preparar una oposición, cuando tienes que preparar un proyecto urgente o siempre que no quieras tener ningún tipo de distracciones.
6. Apaga el teléfono móvil cuando no puedes parar de mirarlo al esperar de una forma obsesiva la llamada de teléfono de tu pareja, de tu ex o de cualquier persona. Piensa que si te llama y no te localiza, puede volver a encontrarte en cualquier momento, pero además, tu ausencia puede despertarle más interés todavía.
Apaga el teléfono móvil más veces al día por una cuestión de bienestar interior.