El final de un ciclo siempre produce un sentimiento contradictorio. Por ejemplo, es normal sentir al final del verano la nostalgia por todo lo que queda atrás. Sin embargo, como la verdadera filosofía positiva siempre surge de mirar hacia adelante conviene poner el foco de atención no en aquello que queda atrás sino en aquello que está por venir para disfrutar de verdad de la vida con optimismo, ilusión y fuerza. ¿Cómo disfrutar de la recta final del verano?
1. En primer lugar, conviene no idealizar el verano porque tampoco es todo de color de rosa en esta etapa vital. Del mismo modo, con la vuelta a la rutina, llegan compromisos profesionales pero también surgen nuevas oportunidades de crecimiento personal.
2. Escribe en un diario tus conclusiones personales sobre las vivencias que has tenido durante el verano. Cierra el capítulo de este verano con un broche positivo. La forma en la que despides el verano también te ayuda a iniciar de forma más positiva el otoño.
3. Elabora una lista con cinco planes que quieres disfrutar todavía de aquí a que termine el verano. Es muy importante que conectes con el momento presente y optimices al máximo el tiempo como el principal recurso de motivación.
4. ¿Cómo te gustaría que fuese el otoño de tu vida? ¿Qué cambios te gustaría emprender en esta nueva etapa? ¿Qué hábitos te gustaría mantener? ¿Y cómo quieres salir de tu zona de confort? Son preguntas que a modo de coaching pueden impulsar tu crecimiento personal.
5. Cuida de ti en cualquier época del año porque tú y tu bienestar es lo más importante. Si algo nos enseña el verano es que es fundamental detener el ritmo, descansar y reflexionar sobre el camino recorrido. Por tanto, tómate también tus pausas durante el otoño para vivir mejor. El exceso de trabajo solo conduce al peso de la preocupación excesiva. Además, el descanso también refuerza la creatividad y la motivación.
Despide el verano con optimismo y abre la página del nuevo capítulo del otoño con ilusión.
Foto – Mejor con Salud