Para ponerte en el lugar de otro tienes que cultivar la empatía. Sin embargo, esta palabra que resulta muy ideal en la teoría, en realidad, no es nada sencilla en la práctica porque surge el cansancio, las decepciones, la ira, la envidia, la rivalidad. ¿Cómo puedes ponerte en el lugar del otro?
1. En primer lugar, recuerda que no existe una única forma de ver las cosas y de interpretas la realidad.
2. Además, trata al otro no como aspiras a ser tratado tú sino como el otro quiere ser tratado porque es importante entender las diferencias personales. La amistad o el amor te ayudan a encontrar cauces de unión interpersonal.
3. Para ponerte en el lugar del otro tienes que conocerte muy bien en primer lugar a ti mismo y comprenderte tal y como eres. De lo contrario, te costará mucho más entender a los demás.
4. Sé generoso en el cariño, implícate en las relaciones personales aunque las relaciones tienen que estar basadas en la reciprocidad. Si solo eres tú quien tiras del carro, entonces, es difícil que la relación avance.
5. El cine es un buen medio de reflexión y de introspección para reflexionar sobre asuntos humanos y temas que llegan al corazón porque los espectadores se sienten identificados con los argumentos de las películas. Lo mismo sucede con los libros que son un buen medio de apoyo.
6. Déjate guiar por el amor que es la mejor fuerza para reforzar la empatía. El amor disculpa los defectos ajenos, esos defectos que a veces se observan a tamaño gigante desde el punto de vista de la razón.
7. Dialoga con la otra persona para conocer su forma de pensar y de sentir y así entender qué piensa sobre este tema. La empatía es una herramienta que se entrena a través de la experiencia, por tanto, anímate a ponerla en práctica.