Una primera cita genera muchas expectativas en aquella persona que está ilusionada ante la expectativa de un posible nuevo amor. Uno de los fallos que tenemos a la hora de vivir una primera cita es la de adelantarnos a los acontecimientos y pensar en el futuro. A partir de ahora, cuando tengas una primera cita, no tengas otra expectativa que disfrutar de ese primer encuentro, pasarlo bien, salir de la rutina, charlar y tener una experiencia nueva.
Cuando te creas unas expectativas desmedidas a ti mismo, es decir, cuando te presionas con la idea de que en una sola cita tienes que conocer a tu media naranja, entonces, te echas mucha tierra encima y todo ese peso es un lastre que no te deja ser natural.
Por ello, otro consejo útil para una primera cita es relativizar ese primer encuentro y no darle un valor absoluto. Piensa que no te lo juegas todo a una sola carta, la vida continúa, por ello, incluso en el caso de que hayas tenido una cita desastrosa con alguien, puede que haya una segunda oportunidad porque la vida es imprevisible. No juegues a ser adivino y céntrate en el ahora.
Busca el equilibrio en una primera cita. Es decir, evita hacer un montón de preguntas porque no estás en un interrogatorio ni en un examen sino en una conversación. Compórtate como si estuvieras hablando con un buen amigo. Evita hacer preguntas que sean muy íntimas porque todavía no tienes tanta confianza con esa persona.
Y por encima de todo, evita hablar de tu ex en una primera cita, no hagas un repaso de tu vida amorosa frente al otro porque eso podría alejarle. Estás ante una posible conquista, por tanto, aprovecha tu oportunidad y sé feliz. Sonríe, sé positivo y cultiva tu alegría y tu buen estado de ánimo.