Vivir sin miedo podría parecer una utopía ya que los miedos forman parte de la naturaleza. De hecho, el temor nos conecta con nuestro instinto más primario de supervivencia. Los miedos también nos ayudan a protegernos y a defender nuestro territorio. Vivir sin miedo puede ser toda una tarea de valientes y un acto de heroicidad.
Sin embargo, se trata de un reto a tu alcance porque eres una persona fuerte y luchadora que tiene una gran capacidad de superación. La vida es bella, por esta razón, es positivo aprovechar el tiempo sin miedos y vivir la vida desde la libertad que surge de la conciencia infinita. La vida es demasiado breve como para desperdiciar tu presente por miedo a qué pasará mañana.
Vivir sin miedo es sinónimo de libertad, felicidad, bienestar y confianza en uno mismo. La vida siempre nos da razones para luchar, por ello, piensa en qué puedes hacer tú para vivir mejor y qué recursos tienes a tu alcance en este momento de tu vida.
Para vivir sin miedo, en primer lugar, tienes que identificar tus temores, es decir, tienes que concretar qué es lo que te preocupa, te afecta y te roba energía para poder actuar en consecuencia.
Además, para vivir sin miedo también tienes que elevar tus alas y ser consciente de que puedes volar a pesar de estar herido. Confía en tus posibilidades y en todo aquello que el destino puede darte porque no estás solo, solo tienes que alzar la mano, pedir ayuda porque seguro que hay alguien que te escucha.
La verdadera libertad de vivir sin miedo no surge de vivir sin ningún tipo de temor sino que surge de ser más fuerte que tus propios fantasmas interiores. Es decir, no detengas el paso y sigue caminando porque tú puedes llegar allí donde te propongas.