Existen personas que acaban haciendo muchas cosas que en realidad no desean hacer, por el simple deseo de agradar a los demás y contar con la aceptación externa. Sin embargo, el precio que se paga por actuar de esta forma es muy alto. No hagas nada que no quieras hacer porque es importante disfrutar del momento presente teniendo un alto grado de inteligencia emocional, es decir, de conciencia:
1. En primer lugar, lo más importante es que tú te sientas bien contigo mismo y satisfecho por tu forma de obrar.
2. Eres libre de decir no tantas veces como quieras hacelo. Lo importante es que una negativa sea coherente con tus valores, creencias y tus deseos de ese momento.
3. No tienes por qué justificarte dando mil rodeos ante otra persona cuando quieres decir no a una proposición. Eres libre decir no, por tanto, practica este derecho de una forma asertiva.
4. Piensa en positivo y muéstrate tal y como eres siempre porque la autenticidad es una premisa básica para establecer unas relaciones personales gratificantes. Cuando finges ser quien no eres en realidad, entonces, el pilar del bienestar se resiente.
5. Cuida de ti mismo como una norma de salud emocional básica porque el amor comienza por ti mismo. Por tanto, anímate a decir no a todo aquello que te daña o te perjudica. Por el contrario, di sí a todo aquello que es bueno para ti porque suma felicidad a tu existencia.
6. Decir no no significa ser egoista sino tener las cosas muy claras a nivel emocional. Cuando tú sabes lo que quieres y lo que buscas, también te sientes mejor contigo mismo porque tienes muchas más opciones de encontrarlo.
7. En la comunicación es importante evitar dar rodeos, es preferible, explicar un argumento desde la sencillez. El camino más simple puede ser el más directo para transmitir un mensaje efectivo.
8. Escucha tus sentimientos y tus emociones para conocerte mejor a ti mismo y para saber qué quieres y quién eres.