Las creencias irracionales son aquellas por las que nos hemos convencido de que algo es de determinada forma cuando en realidad, puede no ser así. Muchas veces, quedamos atrapados en nuestra propia forma de pensar para abrir la ventana y mirar más allá entendiendo que existen un montón de matices que no captamos por actuar de esta forma.
Escucha tu corazón y no tengas miedo de vivir porque la vida es maravillosa. Pero para ello, tienes que liberarte de tus propios fantasmas, de esas ideas que te limitan y te atormentan aunque no te des cuenta. Es importante caminar con seguridad en uno mismo sabiendo que lo mejor está por venir y que la vida es una escuela cien por cien práctica.
Para ello, tenemos que aprender a cuestionarnos a nosotros mismos, poner en duda esas ideas irracionales, dudar como hizo el propio Descartes y caminar en terreno incierto porque en la vida, nada es cien por cien seguro cuando se trata de mirar el futuro a largo plazo.
Las ideas nos condicionan y nos determinan porque abordamos un asunto con una actitud determinada. De esta forma, dejamos de soñar con otras formas de hacer las cosas y otros modos de vivir.
Para cambiar nuestra forma de actuar tenemos que actuar previamente sobre nuestro modo de pensar porque si logramos variar los pensamientos también podemos hacer modificaciones en la conducta.
Cada vez que venga un pensamiento pesimista y trágico a tu mente haz el ejercicio consciente de anotarlo en un cuaderno y tacharlo. Después, puedes anotar una idea positiva, por ejemplo, una frase célebre de algún autor importante.
Para salir de las creencias irracionales es básico leer mucho, tener la mente muy abierta, ser observador, estar atento a los demás, escuchar, ver cine y practicar la tolerancia.
Fuente – Proyecto de Investigación Siglo XXI