La impaciencia es un sentimiento muy humano cuando una persona está ilusionad y está deseando que su historia de amor avance a mayor velocidad. La prisa no es buena consejera en el amor y es importante recordarlo de una forma consciente para vivir la relación sin prisa pero sin pausa. La impaciencia está asociada con la imprudencia de tomar decisiones precipitadas bajo el impacto de ese impulso inicial que produce el amor.
En ese caso, es muy importante poner razón al corazón para meditar de verdad sobre la realidad de los hechos. Cuando llevas tres meses quedando con una persona, por mucho que creas conocerle, en realidad no le conoces. Por tanto, es mejor que evites tomar decisiones precipitadas de las que luego te puedes arrepentir con el paso del tiempo.
Para calmar la impaciencia amorosa, en primer lugar, evitar reducir tu mundo únicamente a la relación de pareja. Comparte tiempo con tus amigos de siempre, anímate a conocer gente nueva, disfruta del tiempo en familia, apuesta por la formación constante a nivel profesional…
Aprende de los errores que has cometido en el amor para poder aprender a partir de tu experiencia a afrontar la vida de una forma más positiva. El amor no se encuentra, se crea cada nuevo día. Por ello, tu punto de atención en este punto.
Cuando haya una inquietud que te preocupe, entonces, puedes escribir tus pensamientos en un papel porque eso te ayudará a ganar tranquilidad y confianza en ti mismo. Cuando no estés seguro de una decisión en tu relación de pareja, entonces, tómate tu tiempo para pensarlo antes de dar un paso determinado.