Existen días en los que una persona no se siente bien al mirarse ante el espejo, no le gusta aquello que ve, se siente poco agraciada, desvía la mirada porque el reflejo de su propia imagen le resulta poco atractiva. Cuerpo y mente forman una unión que interactúa de forma constante, por ello, esos días en los que una persona no se siente bien físicamente también se siente más baja a nivel anímico, menos motivada y se siente menos guapa.
Las mujeres son más vulnerables que los hombres ante este tipo de sensaciones porque son más exigentes consigo mismas teniendo en cuenta que la sociedad actual envía un modelo de belleza único marcado por unos estereotipos imposibles.
¿Qué hacer cuando no te ves bien ante el espejo?
1. En primer lugar, toma las cosas con sentido del humor. No se trata de un drama, es solo una percepción interior que mañana será distinta.
2. Evita obsesionarte con el espejo, no te mires tanto, o centra la mirada en una parte de tu cuerpo que te guste de verdad.
3. Sal a caminar o a hacer deporte y ejercicio físico. La época estival es una etapa en la que las personas son especialmente vulnerables ante la percepción que tienen de sí mismas porque durante esta época del año, la moda muestra parte del cuerpo al descubierto.
4. Utiliza la moda a tu favor, pero en el caso de que te hayas puesto muchos conjuntos distintos y ninguno te guste, recurre a esos looks clásicos que siempre te sacan de un apuro. Juega con los colores, anímate a crear nuevos conjuntos de ropa y disfruta del placer de cuidarte físicamente porque así también te sientes mejor.
5. Ríete incluso de ti mismo porque cuando lo haces te sientes mejor y disfrutas más en tu propia piel.
Anímate a mejorar la imagen que tienes de ti mismo mirándote desde los ojos del amor y del cariño.