Dados los tiempos en los que toca vivir, sobretodo en estos últimos años, por desgracia las personas se desenvuelven en un ambiente caracterizado por una profunda crisis mundial, tanto económica como política y social. Esto generalmente provoca que sea cada vez más complicado recuperar el ritmo laboral e incluso que no resulte para nada sencillo descansar como se debería en la época de vacaciones.
La consecuencia principal de esta situación es el ingreso a un círculo vicioso de estrés y malestar que parece no terminar jamás. No son precisamente pocos los que están sujetos a un síndrome que se conoce comúnmente como depresión post-vacacional. Se trata de un estado de ánimo que combina angustia, tensión y agotamiento en la etapa posterior al esperado asueto.
A pesar de que para muchos parece un simple capricho, la realidad es que este padecimiento afecta a una gran cantidad de individuos y el número se incrementa cada vez más. Pero, como todo problema, hay formas de sobrellevarlo.
En primer lugar, es fundamental considerar que regresar tras unas vacaciones a la rutina; ya sea laboral, escolar o simplemente de las cuestiones básicas de la vida diaria, suele resultar un tanto desanimado.
A la mayoría de la gente le cuesta volverse a adaptar a su realidad, pero un número considerable es demasiado propenso a padecer malestares, aflicción, desorientación e incluso fatiga ante este retorno a las actividades cotidianas.
La depresión post-vacacional es desagradable porque no sólo genera sentimientos negativos, sino porque también provoca que los afectados piensen en que no quieren continuar haciendo lo que hacen bajo ningún punto de vista.
Si bien no es un asunto sencillo, eliminar este síndrome depende de la determinación y también de un adecuado enfoque para determinar con exactitud el lado positivo, tanto de las vacaciones como de la vida diaria. Aquí van unas cuantas recomendaciones relacionadas con esta cuestión.
- Aunque algunos individuos prácticamente no tienen inconvenientes para adaptarse nuevamente a sus rutinas después de unas placenteras vacaciones, otros sí los tienen y necesitan aceptarlo. Para determinar si padeces depresión post-vacacional, hay algunas señales que resultan inconfundibles. Éstas son: cansancio, inquietud, pérdida del apetito (o viceversa), tristeza, agotamiento, nostalgia, incapacidad para adaptarse y llevar a cabo las actividades diarias, enojos e intensa depresión.
- Es importante tener en mente que es habitual sentirse cabizbajo al regresar de unas buenas vacaciones, ya que durante este período el sentimiento de libertad es muy grande, el tiempo no tiene demasiada importancia, es posible experimentar cosas nuevas y las obligaciones se dejan de lado.
- Si tuviste la oportunidad de viajar, debes considerar que abriste nuevas puertas en tu vida al conocer otra cultura, otro ritmo de vida, otros atractivos, otros paisajes, otra gastronomía, etcétera. Puedes mantener vivo este sentimiento de diversas formas, como por ejemplo mediante las fotos y videos que tomaste allí o los recuerdos que compraste. También intenta adquirir un libro de cocina tradicional del sitio que visitaste para elaborar algún platillo típico. Por último, pero no menos importante, puedes comenzar a ahorrar para tu próximo destino.
- Uno de los motivos principales por los cuales las personas se deprimen después de las vacaciones tienen que ver con las ganas de cambiar prácticamente todo lo que conforma su vida. En este caso, es bueno que te fijes qué aspectos de tus vacaciones te agradaron más, porque a pesar de que no puedas modificar la totalidad de los aspectos de tu rutina, sí puedes incorporar pequeños cambios que seguramente te traerán gran satisfacción.
- No dudes en compartir tus experiencias personales con respecto a tus vacaciones con tus seres queridos y amigos. También es bueno subir fotos o relatar anécdotas en las redes sociales, como Facebook, Twitter o algún blog personal. El feedback de tus conocidos te hará sentir mucho mejor.
- Para evitar caer en una depresión post-vacacional, es aconsejable que sigas ciertas pautas. Trata de no regresar al trabajo tan pronto como llegues a tu casa, empieza a realizar tu rutina física y alimentaria lo antes posible, duerme lo suficiente por la noche y pasa tiempo entretenido con tus seres queridos y amistades.