Existen personas que viven pensando que ya es tarde como si el reloj fuese un enemigo en vez de un aliado. En realidad, mientras hay vida hay esperanza y cada día te queda un largo camino por recorrer en esa aventura tan maravillosa y tan fascinante al mismo tiempo de la felicidad.
De lo que se trata en la vida es de entender que cada persona tiene su momento, es decir, lo que puede ser tarde para uno puede ser pronto para otro porque los relojes del corazón no están sincronizados. Por tanto, vive tu momento, escucha tu voz interior, y piensa en ti mismo de verdad porque la vida es maravillosa y merece la pena aprovechar el camino con una luz especial.
Nunca es tarde para apostar por los verdaderos deseos del alma que son sinónimo de vida, ilusión, fuerza y vitalidad. Por tanto, piensa que tu corazón se marchita de par en par cuando cierras los ojos a aquello que para ti es importante y te comportas como un ciego que no quiere ver. Reprimir los sentimientos no es una buena opción, tampoco lo es dar la espalda a la vida.
Nunca es tarde para dar el primer paso que es el que más cuesta. Tampoco es tarde para encontrar el amor ya que siempre existen momentos para poder encontrar a una persona especial. A veces, cuando te presionas a ti mismo creyendo que ya es tarde es cuando de verdad te bloqueas y te haces mucho daño porque vives con la sensación de estar en la cuenta atrás de un reloj de arena que te hace sufrir de verdad porque te aleja de tu verdadera esencia, del presente y de tu vida.
Nunca es tarde es una buena filosofía de vida que puede llevarte hacia tu verdadero bienestar en forma de equilibrio, fuerza y motivación. Recuerda que nunca es tarde si tú no quieres que lo sea.