Cómo dejar de ser un pesimista crónico

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Para dejar de ser un pesimista solo tienes que querer cambiar, es decir, dar un giro a tu forma de pensar para entender que la vida puede cambiar dependiendo de la perspectiva con la que analizas tu realidad. Existen millones de lecturas de un mismo hecho, tantos como personas diferentes. Por tanto, con la perspectiva del 2014 en el horizonte puedes marcarte la meta de dejar de ser un pesimista y de aparcar la queja en un cajón.

1. En primer lugar, márcate el objetivo de reducir el número de pensamientos negativos en tu día a día pero no aspires a no tener ningún pensamiento negativo porque eso es inhumano. Es decir, es normal tener dudas e inseguridades.

2. No te culpes por los pensamientos negativos y piensa en que la limitación es una motivación para tu superación personal. Los muros no son barreras insalvables sino ventanas que te conducen a nuevos horizontes una vez que atraviesas esa apertura.

3. Camina por la vida con confianza en ti mismo y con seguridad porque las cosas son mejores cuando avanzas desde la esperanza.

4. Fíjate en el ejemplo de esas personas que son positivas, que describen la vida en un tono amable y conquista tu destino como si fueses un héroe que sale en busca de aventura.

5. Piensa en todas las cosas bellas que te han pasado en la vida y se te pasarán todas las ganas de ser pesimista.

6. El amor es un buen antídoto en contra del pesimismo, por tanto, aprende a quererte a ti mismo y también, a los demás ya que el amor actúa como una burbuja envolvente que te conduce a un mundo mejor.

7. Siente que la vida es una aventura maravillosa y que tú eres alguien especial. Eres tú quien hace especial la vida y no al revés.